miércoles, 20 de junio de 2012

Seleccionando

No, este mozo no está preparando la Selectividad, esas pruebas que en base a su porcentaje de aprobados no parecen seleccionar nada. Habrá que llamarlas Clasificatorias, puesto que su propósito parece ser dividir a los futuros universitarios en dos categorías: los que estudian lo que quieren y los que estudian lo que pueden. Y eso que en España hay universidades en casi cualquier unidad territorial que le permite a un político crear una.


Y eso es lo que está haciendo nuestro mozo: intentar que sus notas sean suficientemente altas para que, llegado el momento de decidir, sea su vocación, sus intereses o cualquier otra consideración personal las que le lleven hasta esa actividad de la que, si todo va bien, vivirá el resto de sus días, y no toda una serie de reglas administrativas derivadas en muchos casos del conformismo o incapacidad de los gestores. Tensión, amargura y esfuerzo que e añaden al trabajo intelectual en pleno periodo de su maduración como persona.

1 comentario:

  1. Tengo un chico parecido que ahora anda por París descargando esa misma tensión, amargura y esfuerzo. Solidaridad con la entrada, toda. Doy clases en 1º y 5º de una carrera que no suele llevar a engaño en sus contenidos y actividad profesional. Así y todo, no es despreciable el porcentaje de alumnos que deciden dejarla en 1º (y no, precisamente, por su dificultad). Y bastantes hay en 5º que no están demasiado entusiasmados por el futuro ejercicio profesional. Cuando preguntas, muchos contestan que escogieron este oficio, simplemente, "porque les llegó la nota de la sele". Y esta es, precisamente, la gran contradicción del sistema actual. Cualquier persona "normal" puede terminar una carrera universitaria. Ejercerla bien y ser feliz con su profesión, depende de otros factores que no se valoran nada en las actuales pruebas de acceso a la universidad.

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