viernes, 28 de septiembre de 2012

Igor


Igor Stravinsky 1882-1971 fue un genio. Su dedicación a la música era total, con jornadas longevas desde la mañana a la media noche todos los días de la semana.

Intrínsecamente excéntrico, su estudio de trabajo era un perfecto orden, con el lujo de un diván para tomarse un receso. No soportaba que nadie le escuchase mientras componía y no era capaz de dormir sin algo de luz.

Igor, obsesionado con su salud, asiduo de la medicina y fagocitador de pastillas, hizo extirparse el apéndice junto al de sus vástagos después de que su hijo mayor fuese operado de urgencia por apendicitis.

Nació en la URSS y murió en New York, su primera esposa fue su prima y se rumorea que tuvo encuentros amorosos con Coco Chanel.

Existe un fina línea que separa al genio del freak... del raro, extraño, estrafalario, extravagante, exótico, misterioso, fanático, grotesco, ridículo, irrisorio, burlesco, demente, maniático, chalado, lunático, loco... es la línea del éxito.




Place Igor Stravinsky, Paris.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Huir de la quema es hoy más barato

Hace unos días un amigo me decía que están dejando la Comunidad como un erial. Hablaba en sentido figurado, pero desde ayer la Serranía se quema y Valencia se desertiza un poco más. No obstante, si alguna ventaja parece haber traído la crisis es que hoy en día huir de la quema es más barato que nunca. Al menos lo es en Turís, uno de los términos en los que el fuego se cebó antes del verano.



Ya que esta entrada parece ir sobre múltiples sentidos -o sobre la falta del más común de ellos- usaré la expresión más polisémica que conozco para el caso, aquella que le leí hace ya mucho a Joaquín Araújo, y diré que estoy desolado.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Celebraciones



Pese a los malos tiempos que corren, el latir de la vida no cesa en absoluto.

Los amigos cumplen sus 40's, los abuelos celebran sus bodas de oro y los bebés
no dejan de venir  a este mundo inundando nuestras vidas de alegría y esperanza.


             

Recordaré toda mi vida el último día de Reyes cuando mi hermana me acercó una pequeña cajita dorada con un sobre dentro presentándome a mi futuro sobrino, el mejor regalo que le  pueden hacer a un hermano.




 Así pues, alzando la copa rebosante de optimismo y esperanza brindo a la salud de todos.





martes, 18 de septiembre de 2012

Caprichos (de la vida y de la muerte)




Es curioso.
En la mayoría de pueblos y ciudades europeos los cementerios están integrados en la vida, entre las calles. Como los cementerios son parques, la gente va allí a leer el periódico, un libro o a comer un sandwich. O simplemente pasan por el cementerio porque constituye un atajo a su destino.

Los nuestros no... Nosotros no.

En muchos casos, la mera visión de un cementerio constituye casi un trauma. Esas necrópolis se nos aparecen como buques llenos de tristeza y desesperación, donde solo entramos si no podemos evitarlo, sea vivo o muerto. A diferencia de otros lugares donde la mayoría de los fallecidos termina su ciclo bajo tierra, nuestros muertos suelen permanecer en un pequeño “habitáculo” (aunque en este caso sería una denominación incorrecta si pensamos que habitar significa vivir) llamado nicho (vaya palabra fea), apilado uno sobre otro de la misma forma que los pisos en las casas de pisos. 

Sin embargo, mirando desde dentro de algunos cementerios la integración con la ciudad es mucho mayor de lo que creemos. Desde allí distinguimos hoteles, casas de pisos, centros comerciales, etc. Algunos de ellos incluso son muy muy parecidos a la necrópolis desde la cual los estamos viendo.


En realidad, cementerio significa “ciudad de durmientes”. Definición hermosa. Aunque en algunos de ellos, como el de Montjuïc de Barcelona, eso de dormir debería ser casi imposible si no fuera porque este es un sueño realmente profundo e inevitable. Al lado de la Ronda Litoral, casi una autovía, y de la parte comercial del puerto, los ruídos son constantes a todas horas. El otro día un atasco me obligó a parar en la ronda delante de Montjuïc. No podía evitar pensar en los miles de cuerpos acumulados, dormidos allí de forma plácida, o no,... en los miles de personas que fueron, quizá millones.. .


©fotos y texto: Sabina Salicrú


Nota de la autora: Todo parecido con la realidad puede ser pura coincidencia.

jueves, 13 de septiembre de 2012


BABALÚ AYÉ

Hasta hace poco, yo no tenía idea del significado de esta palabra, pero preparando documentación para un viaje a Cuba en Diciembre del año pasado, salió este nombre.
Babalú Ayé, en la religión Yoruba es uno de sus dioses y en la Santería Cubana es representado por San Lázaro. Observé que el 17 de diciembre se celebraba el día del culto en una ciudad cerca de la Habano llamada El Rincón.
Organizando el viaje comprobé que podía destinar un día o dos a realizar un reportaje de esa festividad, busque fotos por internet y quedé muy impresionado de hasta dónde llega la devoción de las personas  y especialmente la de los cubanos por Babalú Ayé o San Lázaro.
Me acompañaron durante el viaje, mi amigo Joan y mi hijo Pablo. Una vez en La Habana, tuvimos que alquilar un coche para tener movilidad, que nos permitiera desplazarnos a El Rincón y regresar con total libertad.  El día 14, ya nos acercamos para tener una toma de contacto con el lugar, la iglesia y los fieles. Toda la gente nos asusto diciéndonos que el día 17 se desplazan tantos devotos que sería imposible realizar el camino de va desde  Santiago de las Vegas a El Rincón, que es el trayecto típico que realizan los fieles con sus ofrendas.
Tanto nos aconsejaron que ese día era imposible caminar que decidimos acudir el día anterior, o sea el 16 . Llegamos allá las 9 de la mañana con nuestro flamante vehículo Chino, lo dejamos adecuadamente estacionado, para tener la vía de salida más o menos encaminada y cerca de Santuario.
La infinidad de Puestos de venta callejero con imágenes del Santo, hacían su agosto vendiendo todo lo relacionado con San Lázaro. Habían esculturas de tamaño superior al de una persona.
Poco a poco venia acudiendo más gente y cada vez la penitencia era más fuerte, de repente un chico iba arrastrándose por el camino con puro en la boca, repleto de  imágenes del santo y una cajita con dinero para entregarlo en el Santuario. En principio esto te sorprende, pero no fue nada conforme iban pasando las horas. Señoras de rodillas, llorando, otro dando vueltas para ir avanzando, otros con cadenas. Muchos vestidos con traje de saco y color violeta, en honor a la vestimenta que el santo llevaba y su color característico.
También había multitud de casetas de comidas asando puerco al fuego y luego te lo ponían en un bocadillo y cerveza y a seguir haciendo fotos.
Entrada la tarde ya era un hervidero de gente, tanto hombres como mujeres iban fumando habanos y dentro de la pequeña Iglesia el calor y el humo empezaba a ser inaguantable. El Cura que iba diciendo misa, rogaba una y otra vez que no se fumara dentro del templo, pero los devotos no hacían ni caso. El fumar Habanos y la santería en Cuba son dos cosas muy unidas que aun no he descubierto.
Tras caer el sol, seguía viniendo cada vez más gente, yo no sé de donde salían pero era un  hervidero y conforme pasaban las horas la pasión por Babalú se respiraba mas en el ambiente,
Gente en trance aclamando al Santo, quemándose con cirios encendidos, llegando con las rodillas ensangrentadas, repletos de ron, o sea un espectáculo fuerte donde los haya, por lo menos para nosotros que no estábamos acostumbrados a tales actos.
Hacia media noche nuestras piernas no aguantaban mas y aunque las Canon nos decían quédate, decidimos irnos dando por  finalizado nuestro encuentro con Babalú Ayé , dejando el día siguiente, el 17 día de la festividad , para otro viaje a ese gran país y su inmejorables habitantes.

Xavier Ferrer