jueves, 23 de enero de 2014

Bikinibridge

¡Que manía esa de ser todos iguales! En responder a los mismos cánones de belleza que se supone son el ideal a imitar.
Las frustraciones que esto puede generar.
 Y los comportamientos: conductas alimentarias que pueden llevar a la enfermedad y ejercicios físicos asimétricos.
Todo para conseguir una imagen corporal contradictoria con la propia genética. Patrones estéticos sujetos a los vaivenes de la moda. Cambiar el cuerpo como se cambia de ropa. 
¿Y para que? ¿Seremos más felices? ¿Mejorará nuestra capacidad para relacionarnos? ¿Obtendremos un mejor puesto de trabajo?
Espero que no.
Tal vez, dejaremos de aceptar las diferencias, nos volveremos excluyentes y, todo eso, nos llevará al miedo a discrepar. A ser más sumisos.
Igual, los tiros van por ahí.







(Fotografías obtenidas desde google. Ruego que me comunique si se considera que se viola algún derecho de autor)