sábado, 10 de marzo de 2012

Salvador Altimir: Abandonar

Dice el diccionario que abandonar es separarse de un objeto, sea persona, animal o cosa, con el que se tienen relaciones de interés, de afecto, de protección o de deber. Nadie considera que tirar una bolsa de basura al contenedor sea abandonarla. Pero si lo sería dejar una mascota en medio del monte. Hay formas de uso curiosas. Algunas hacen referencia a nuestra ausencia. Abandonar el puesto de trabajo, por ejemplo. O abandonar a un amigo o amiga cuando no se acude a la cita. Otros hacen uso del pensamiento. Abandonar una idea. O al desamparo. Abandonar a la abuela en la residencia. O a la estética. La belleza nunca la abandonará.  Cuantas formas distintas de usar la misma palabra. Abandonarse en los brazos de la mujer. Abandonar las esperanzas. Abandoné mi suerte al azar.




Una mañana de domingo, al ir por el periódico, vi este cuadro abandonado junto a un contenedor. Cada vez que lo miro pienso en que razón tendría alguien para dejarlo ahi. ¿Se trataba de una pareja a la que el amor les había abandonado? Tal vez se debía a una cuestión más práctica. ¿Se mudaban de piso y no encajaba en la nueva decoración? O más trágica. Uno de ellos había fallecido. Y el otro, en pleno duelo, era incapaz de mirar el retrato. Tal vez no era un abandono real. Lo habían dejado ahí, apoyado, mientras descargaban el coche. Animo al lector a dar su opinión sobre el motivo del abandono de esta fotografía.

No querría sentirme abandonado sin comentarios.

3 comentarios:

  1. Lo peor sería que la hubiesen tirado porque simplemente no les gusta y creen que queda mejor una lámina que han visto en una tienda.

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  2. Lo curioso -y triste en cierto modo- es que el díptico parece de elaboración casera, con una repetición cutre y personalizada de una imagen profesional. Apunta por tanto a ruptura sentimental...

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  3. También es curioso que siendo así, se busca un efecto publicitario de la ruptura.

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