jueves, 10 de mayo de 2012

Eppur si muove

Y sin embargo se mueve, real o ficticia, la frase de Galileo nos muestra un universo que se mueve, una realidad cambiante y voluble. La dona è mobile, según Piave. Volátil o movedizo, frívolo, caprichoso, cambiante. Veleidoso o volandero, de cuerpo y alma, como veletas versátiles y mudables. Sin embargo, las estelas en la mar de Antonio Machado, se mueven; además de no dejar rastro no se detienen, hasta morir. Como vienen, se van, para no volver jamás. Cambios, procesos, fenómenos relacionados con las aves, migratorias, plumíferas y también parlanchinas. Todo se mueve, sin embargo; las estaciones, el tiempo, a process in the weather of the heart.

Y sin embargo se mueve, queramos o no, prefiramos la seguridad monolítica o rocosa, es imposible detenerse. Rocas que se originaron por un cambio, un movimiento telúrico, compresiones y fusiones, fallas y magmas. Todo pasa, y todo queda, pero lo nuestro es pasar. Desde Venecia a Colliure, desde Swansea a Sevilla, lo terreno por tí se hizo gustoso celeste. 

Eppur si muove. Sí, y sin embargo se mueve, de Moguer a San Juan de Puerto Rico, con un trotecillo alegre, de Pisa a Florencia. Todo se mueve, la tierra se mueve, las piernas se mueven por la calle 52. El agua se mueve, el tiempo se mueve, la sangre se mueve. Un incesante ir y venir. Qué loco propósito nos mueve a seguir moviéndonos. And the heart gives up its dead.



2 comentarios:

  1. Ha sido un placer leer esta entrada. Bonita foto de acompañamiento. :-)

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  2. Me ha encantado la lectura de esta entrada. Me gusta mucho cómo escribes.
    Y la foto perfecta para ilustrarla!
    Creo que también es romántica...

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