domingo, 21 de julio de 2013

Un poco más allá.


Un poco más allá. Salir del espacio chico del cada día.
(Pero como más te acercas al horizonte, más lejano está. Porque estás más cansado)

¿Que podía contarle Alfonso a Clara?
Que si, que ya está, que lo pasaron bien, que fueron unos años hermosos…
- Que somos una familia, que los hijos son felices y nuestros padres nos adoran.
- No es lo que piensas. Si que eres muy guapa. Eres la más hermosa del mundo. No es eso.

¡Ay! La pobre Clara. En su bikini a rallas verdes y azules. La cabellera rubia mecida por el viento. El cuerpo esculpido en el gimnasio. Las uñas, perfectas, de color carmín. Como los labios.
- Alfonso, no lo hagas. Ahora, ya, no. No quiero sufrir.

Pero Alfonso, a sus 52 años, estaba decidido a hacer un curso de Windsurf. Pesara a quien pesara.

(Para Rosa B. que seguro que pilla.)


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