domingo, 29 de abril de 2012

Grabarka


Yo, y como supongo que todos los fotógrafos, sentimos placer al hacer una fotografía. Ese momento del disparo, ese encuadre por la mirilla, esa foto perfecta.. Pero también está todo lo de fuera, todo lo que no sale en la imagen pero que nos hace partícipe de ella, los sonidos, los olores, los sentimientos, que importantes son cuando vemos a posteriori la foto y sin recibir esas sensaciones, las recordamos trasportándonos en un instante al lugar de la captura.
Uno de esos momentos que mas me la regalado mi afición por la fotografía, fue en un viaje a Polonia el año 2009, concretamente al Santuario Ortodoxo de Grabarka, durante la festividad de la Transfiguración de Cristo.
Viajé, con Joan un gran compañero y excelente fotógrafo. Llegamos dos días antes del acto y ya había anochecido, suponíamos que no habría nada de importancia pero decidimos acudir para tener situación del terreno y tomar contacto en el entorno.
Tras dejar el coche en una explanada, ascendimos hacia la iglesia por unas empinadas escaleras. A  la derecha e izquierda íbamos observando las miles de cruces clavadas en la tierra, ofrendas de los Pelegrinos desde hace muchos años. Las había de muchas medidas, desde muy grandes hasta muy pequeñas, todas muy juntas, era un bosque de cruces, dicen que hay 10.000 y me lo creo.
Llegamos a la cima, donde se halla el Santuario de la Virgen de Grabarka, todo de madera, pequeño, estábamos solos, cuando empezamos a oír unos cantos que venían del interior de la Iglesia. De repente empezaron  a salir de la misma unos veinte jóvenes, chicos y chicas cantando en coro música ortodoxa y poniéndose de rodillas y con un cirio en la mano empezaron a dar vueltas alrededor del templo. Apenas había luz, sólo un foco de luz alógena en lo alto de un poste.
Ese silencio, adornado por los cánticos, ese escenario oscuro, la luz de las velas, los gestos de dolor en sus caras, ver  como fluía la fe de sus cuerpos, todo fue una experiencia inolvidable y lo de menos fueron las fotos.
Xavier Ferrer Chust
Se puede ver una exposición sobre el trabajo de  Grabarka en Eibar del 4 al 27 de mayo
Y un resumen en mi web www.xavierferrer.com


5 comentarios:

  1. Ésta, es sin duda, una de tus mejores fotos. Las arrodilladas de los lados acompañan y enmarcan la imagen hasta convertirla en una gran foto.
    Respecto a su acto de fe ya no sé que decirte. Seguramente que su Señor estaría más contento con otro modelo más caritativo de expresar su amor por Él. Como diría Nancy Sinatra "Estas rodillas no están hechas para caminar".

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  2. Con esto de las religiones, yo sólo miro ,disparo y no juzgo. He trabajado mucho ese tema desde hace años y yo, dentro de mi agnosticismo, respeto a todos siempre que no invadan la libertad de los demás.Lo mio es la foto.
    Y lo de las rodillas, una frase genial
    Saludos
    X.F.

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  3. Nos haces entrar en situación con la narración de la historia, pero esta foto es espléndida y se podría decir que no hace falta letra alguna que la acompañe.
    Felicidades.
    Me pasaré por tu web.

    ¿No fuiste a Częstochowa?

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  4. Efectivamente es una foto muy emotiva, es muy buena. A mi las religiones también me dan bastante igual, pero las fotografías del tema acostumbran a desprender esa fe y ese sentimiento que les da esa especial relevancia, si encima estan bien ejecutadas como esta, pues mejor que mejor.
    Por cierto has descrito de maravilla ese sentimiento de recuperación de las sensaciones del entorno de la fotografia en el momento de la captura.

    Saludos

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  5. Fantástica foto, muy expresiva y el texto ayuda a completarla de maravilla.

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